martes, 7 de abril de 2015

7. Patogenia del Retinoblastoma

Neoplasias Retinianas
Retinoblastoma

El retinoblastoma es el cáncer intraocular primario más común en la infancia. Como genética molecular. Aunque el término retinoblastoma puede sugerir que se origina a partir de una célula retiniana primitiva capaz de diferenciarse tanto a células gliales como neuronales, ahora se sabe que la célula de origen del retinoblastoma es neuronal.
Debe recordarse que aproximadamente el 40% de los casos se dan en individuos que heredan una mutación germinal de un alelo RB.
Los retinoblastomas asociados a mutaciones de células germinales no sólo pueden ser bilaterales, sino que a veces se asocian a pinealoblastoma (retinoblastoma «trilateral»), con un pronóstico infausto.

Morfología. La anatomía patológica del retinoblastoma, tanto de tipo hereditario como esporádico, es idéntica. Los tumores pueden contener elementos indiferenciados y diferenciados.
Los primeros se ven como colecciones de pequeñas células redondeadas con núcleos hipercromáticos. En los tumores bien diferenciados hay rosetas de Flexner-Wintersteiner y fleurettes (florecillas) que reflejan diferenciación a fotorreceptores. No obstante, debe señalarse que el grado de diferenciación del tumor no parece asociarse al pronóstico.

Se encuentran células tumorales viables rodeando los vasos sanguíneos tumorales, con zonas de necrosis típicamente situadas en las zonas avasculares, lo que ilustra cómo depende el tumor de su aporte vascular. Las zonas focales de calcificación distrófica son típicas del retinoblastoma.

El retinoblastoma tiende a diseminarse al encéfalo, la médula ósea y, rara vez, a los pulmones.
El pronóstico se ensombrece si hay extensión extraocular o invasión del nervio óptico o la coroides. Se ha descrito una variante de retinoblastoma llamada retinocitoma o retinoma que parece comportarse como una lesión premaligna.  La aparición de un retinoblastoma en un ojo y un retinocitoma en el otro es típica del retinoblastoma hereditario.                   



 


Retinoblastoma.

A. Fotografía macroscópica de un retinoblastoma














B. Las células tumorales parecen viables en las cercanías de los vasos sanguíneos, pero se observa necrosis al aumentar la distancia al vaso. Hay una calcificación distrófica (flecha negra) en las zonas de necrosis tumoral. Se ven rosetas de Flexner-Wintersteiner (agregados en una capa de células tumorales alrededor de una aparente «luz») por todo el tumor; la flecha blanca señala una de dichas rosetas.





Bibliografía:
  1. Kumar, V. Abbas, A Y N Fausto, Patología Estructural Y Funcional (Robbins Y Cotran) 8va Edición España. Editorial Elsevier.

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